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Derechos Reservados, autor: Martin Schirripa.

sábado, 15 de noviembre de 2008

La ley era la ausencia de la ley





'TESTIMONIO DEL HORROR I. Los militares lo apodaron Gilligan. Lo acababan de detener y el jefe Romero les dio una orden: "Haz que su vida sea un infierno y averigua su nombre". Le ataron cables, haciéndole creer que si se caía, se iba a electrocutar.','TESTIMONIO II. Según Sabrina Harman (que aquí posa), al poco se supo que no era el terrorista que buscaban y lo destinaron a limpiar el penal.
Los comentaristas norteamericanas citan Guantánamo y Abu Ghraib como dos de los lastres más difíciles de remover que George W. Bush deja en herencia a Barack Obama. Desde que el soldado Joseph Darby denunciara el 14 de enero del 2004 las vejaciones a las que eran sometidos los prisioneros iraquíes en Abu Graib se han sabido muchos pormenores de lo que sucedía dentro de los muros de la prisión y los culpables han sido juzgados y condenados. Acaba de publicarse en castellano La balada de Abu Ghraib, (Debate), escrita por Philip Gourevitch, que ya había denunciado el genocidio de Ruanda en 1994 (Queremos informarle que mañana seremos asesinados junto con nuestras familias).Comparte autoría con Errol Morris, que filmó el oscarizado Fog of war,y que entrevistó a los soldados de la 372 Compañía de la Policía Militar destinados en Abu Ghraib para Standard Operating Procedures, un filme similar al de Rory Kennedy Los fantasmas de Abu Ghraib.




El libro cuenta con más detalle lo que esconden las célebres fotos de las torturas, aunque peca de escasos testimonios iraquíes, da fiabilidad a las declaraciones de los inculpados


¿Cómo los soldados del país que iba a liberar Iraq de la tiranía de Sadam se convirtieron en verdugos en la misma prisión del dictador? "La brutalidad es aburrida. una y otra vez, noche infernal tras noche infernal, la misma rutina estúpida, tediosa y bestial de siempre. obligar a hombres a arrastrarse, hacerlos gemir, colgarlos de los barrotes, empujarlos, darles bofetadas, congelarlos en las duchas, hacer que corran hacia las paredes, mostrar padres esposados a sus hijos e hijos a sus padres..." Les humillaban desnudándolos, vistiéndolos con bragas, amontonando cuerpos desnudos y esposados en posiciones sexuales, embadurnándolos con heces, golpeándolos sin dejarlos dormir o descansar o ensordeciéndolos con música de Metallica o - la más odiada- canciones country... En algunas celdas, tenían que entrar con máscaras de oxígeno por el hedor... "La ley era la ausencia de la ley", dice Gourevitch. Y los soldados sin parar de tomar fotos, sonrientes y haciendo muecas. "Cuando estás rodeado de muerte y matanzas las 24 horas del día y los siete días de la semana, te absorbe", dice un torturador. Había quien sentía odio y rabia por las muertes de compañeros y las volcaba contra los presos, pero, sobre todo, había rutina en la vejación, en el sadismo gratuito. Muchos de ellos, ni siquiera eran culpables. Estaban detenidos sólo "por estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado".
GRACIAS POR VISITAR ^^LA VOMITONA^^